domingo, 3 de julio de 2011

En su casa, Passarella se disculpó con Cavenaghi y con el representante del 9, y ahora sólo falta la rescisión con el Burdeos. El Chori también se acerca a Núñez.


"Fernando, te ofrezco mis disculpas, perdoname. River está por encima de todos. Empecemos de cero, ¿dale?”.

Primero lo echó del vestuario a los empujones un día que el atacante estaba de visitas. Cuatro años después, cuando el delantero se ofreció para regresar a River a dar una mano en la B Nacional, se ganó el enojo del delantero al declarar que la decisión estaba en manos de Matías Almeyda. Pero ayer, Daniel Passarella encontró el salvavidas futbolístico y político que su gestión necesitaba y le dio un golpe de efecto al escenario: se reconcilió con Fernando Cavenaghi y el delantero es candidato a convertirse en el primer refuerzo de Almeyda.

Para amigarse con Cavenaghi, Passarella primero debió fumar la pipa de la paz con su representante Néstor Sívori, con quien llevaba muchos años distanciado. Esta primera conciliación se produjo el jueves luego de que el Kaiser, llorando y muy angustiado, llamara al empresario pidiéndole una ayuda para sortear esta crisis institucional. El gesto del directivo ablandó a Sívori, quien se ocupó de convencer a Cavenaghi de que accediera a una cita con el presidente de River. Y anoche, en la casa del propio Passarella, se pactó el armisticio. O en todo caso, se hizo la charla en la que Passarella debió tragarse su orgullo de Gran Capitán para obtener el perdón del Torito.

¿Cuál será la estrategia trazada para lograr la repatriación de Cavenaghi? Primero, el jugador deberá viajar a Brasil para firmar la finalización anticipada del préstamo con el Internacional. Y luego, River y Sívori tendrán que negociar con el Burdeos para conseguir la desvinculación del atacante. Con un detalle: el equipo francés está zambullido en una crisis futbolística, los hinchas estaban ilusionados con un eventual retorno de Cavenaghi y al jugador le queda un año de contrato por un millón y medio de euros. En este contexto, la apuesta es que el Burdeos también acepte una rescisión.

La vuelta de Cavenaghi vendría de la mano de la del Chori Domínguez, quien ayer viajó a Valencia para negociar su salida del equipo español: está dispuesto a resignar mucho dinero con tal de que se concrete su vuelta a préstamo a Núñez.

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